Sé por mi propia experiencia y por la de cientos de personas a las que he enseñado a meditar que, cuando aprendemos a vaciarnos de todas las voces de nuestra cabeza que narran nuestra propia historia y la del mundo, nos convertimos en una fuente. De esta fuente nacen creaciones artísticas de belleza universal, de formas impredecibles y extraordinarias, llenas de potencial. Nace un amor incondicional para todo lo que ES, y la vida se vive sin lucha, sin resistencia, sin trabas. Mi pasión es ayudar a quien lo desee a conectar conscientemente con esta fuente y recordarles la magia de estar vivos.
Como socióloga, exploradora multidisciplinar y profesora de meditación, he tenido el privilegio de trabajar con comunidades de todo el mundo, desde Canadá hasta Gambia, desde Noruega hasta la República Democrática del Congo, y el placer de trabajar recientemente con artistas como Flavio Bánterla (músico) y Alberto José Lucena (intérprete, España).

Aprendi a Ascender en el 2007,
Soy comerciante, emprendedor de negocios.
Me gustan los animales, deportes, viajar, jugar poker, ir al cine, me encantan las montañas rusas, la playa, y amo vivir en la montaña, me gusta minar oro en los ríos, aventurarme a buscar tesoros, pintar, bailar, apreciar los paisajes, el arte, etc.
Enseño Ascensión porque descubrí que se puede crecer en el espacio del presente, es decir nos podemos hacer profesionales del presente. Así que seamos profesionales del momento presente.

Estudié Sociología en la Universidad de Barcelona, y actualmente me dedico a la cooperación internacional trabajando en proyectos de educación. Años atrás, cuando una amiga de clase, cansada de verme gris, me dijo «¿quieres hacer algo que te cambiará la vida?», me pareció que los milagros no existían pero que nada tenía que perder. Así que acomodé mis responsabilidades para dejar ese fin de semana libre del año 2009, y fui al curso. En tan solo cuatro horas estaba llamando a las puertas de mi paz y libertad. Abandoné mis viejas gafas y se me apareció un mundo nuevo.

Descubro ahora que existe una libertad absoluta en SER éste momento, donde no hay un yo que quiera ser o vivir de cierta manera sino la vida manifestándose continuamente en apertura, gozo, encuentro.
Esto me ha dado y me da una sensación de complicidad, seguridad y amor en todo lo que hago y con todas las personas con las que me encuentro, en vez de contradicción y recelo hay una comodidad muy sabrosa en sentirme desnuda, yo misma, sin expectativas, participando al 100% en lo que la vida me presenta.